viernes, 15 de octubre de 2010

Y más borreguitos....




Son muy pocas las ocasiones en que un tema realmente me frustra y que siento que no puedo hacer nada al respecto simplemente por que no depende de mí cambiar las cosas, sino de todo un sistema mal hecho y que se sigue desarrollando sin pena ni gloria.
Hoy, especialmente hoy, quiero expresar mi descontento y tristeza frente al sistema educativo colombiano haciendo énfasis en las universidades privadas de nuestro país.
Es increíble la cantidad de profesionales vacíos que sale cada semestre inconsciente  acerca del mundo que se va a enfrentar, e incapaz de hacer algo al respecto simplemente por que no se le dio la gana de actuar cuando debía, de querer aprender cuando tocaba.
Si bien hace poco leí que las universidades no hacían intelectuales sino más bien opinadores, pues bueno, ni lo uno ni lo otro. Intelectuales no hace por que en 5 años es muy difícil que alguien se vuelva intelectual si no se tiene una base del tema que sea, y opinadores tampoco, por que gracias a la denominada espiral del silencio, en la opinión de la mayoría determina el comportamiento de los individuos y cuestiona la elección de expresarse públicamente o permanecer en silencio, se pierde muchas veces esa opinión de los estudiantes.
Al parecer es más importante la aceptación social que pensar y analizar las cosas, es ahora mejor para algunos mejor tener con quien tomarse una cervecita que expresar libremente una idea sin importar que piensen los demás.
Uno de los problemas sociales más profundos que podemos ver a diario consiste en que la mayoría muchas veces “arrastra” a los que pertenecen a las minorías por no encontrar apoyo haciendo que se pierdan estructuras de pensamiento, pero esto tal vez sucede cuando las mayorías se enfrentan o más bien, afortunadamente para ellas, se encuentran con sujetos maleables que se pasan de un bando a otro, como si la moral o la ética fueran algo endeble.
Es difícil encontrar personas que vayan en contra de esa corriente y que su estructura mental esté bien fundamentada para que la mayoría que quiere absorber al que piensa diferente no lo logre y sea una persona con criterio suficiente para afrontar las consecuencias de su manera de pensar.
Pero eso es lo que fomenta nuestro sistema educativo, un montón de borreguitos que estén de acuerdo con todo, que asientan sistemáticamente cuando les dicen cualquier cosa… Qué tristeza…
Y frente a las generaciones más antiguas, con las que a propósito ya me resigné a no obtener cambio alguno, sería bueno hacerlas caer en cuenta que la actitud pusilánime de creer que todo como está, está bien, no es bueno por que están negándole la posibilidad a los nuevos habitantes del planeta de modificar el lugar donde estamos y que ellos mismos destruyeron en su afán de colonizarlo todo, en su afán consumista que al fin y al cabo nos transmitieron y que será difícil de cambiar para tener un lugar mejor dónde vivir, pero no será imposible si nos unimos y hacemos algo al respecto.



Carta de mi abuela....

Quiero compartir hoy una carta que mi abuela me hizo cuando tenía un año y hasta hoy la leí ...


Adorada nietecita:

Con tu inocente belleza y con tus hermosos ojos, hace un año llegaste a este mundo, que desde entonces se ha hecho maravilloso con tu advenimiento, tu luz y tu calor.

Yo no puedo prometerme nada por que soy tu pobre abuela llena de errores y de flaquezas, por eso solo me atrevo a confesarte abiertamente y sin dudas mi gran amor.

Al verte tan pequeña e indefensa no puedo menos que pensar en el largo camino que emprendes y en el enorme compromiso que significa para mí ayudarte a ir por el sendero del bien y a encontrar la esquiva felicidad.

Quiero que sepas que más que mi nieta eres hija del amor y de la ilusión. Por eso escribo estas elementales consideraciones con todo el afecto que cabe en mi ser, en la esperanza de que puedan serte útiles en la colosal jornada de la vida.

Ten presente que por encima de todo está Dios. Él es tu amigo y puedes confiarle todas tus cosas sin temor a la traición o a la ingratitud. La mejor oración que puedes ofrendarle es hacer el bien a tus semejantes, obrar con buena fe, buscar la sabiduría que es la madre de todas las virtudes, respetar la opinión, la libertad, los derechos de los demás y creer en la justicia divina.

Recuerda que la verdad fue, ha sido y será el ideal del sabio, el norte del filósofo, la norma del sacerdote, la pauta del hombre honrado, la regla del físico, la obsesión del químico, el paradigma del justo y, al mismo tiempo, enemiga de los tiranos, los impostores, los hipócritas y aquellos que se alimentan de la calumnia.

Ya te llegará el momento de comprender que el sueño del mundo es el amor, la mejor ayuda en las dificultades es la paciencia, la base del triunfo es la honradez, el más grande de los capitales es la lealtad, el único bien que no es motivo de envidias es la humildad y la única pérdida que no te es permitida es la de tu honor y tu buen nombre.      

Jamás te cruces de brazos en la lucha diaria. ningún ejército ha ganado una batalla sin dar pelea. No se trata de hacer lo que es imposible, basta con hacer lo que es debido.

No es tan difícil convivir con los demás, ni lograr que todo el mundo ría en tu compañía, siempre y cuando aprendas a convivir contigo y a reírte de tí misma.

Al fin de cuentas, el mundo le pertenece a quienes saben amar, poseen el talento para reírse de su propio ser  y entienden el dramatismo, que llegará una hora para morir.

La vida se encargará de enseñarte a admirar los buenos sentimientos y la rectitud, a abominar la crueldad y la ingratitud, a buscar la alegría y el buen amigo, a eludir la desesperación y la pedantería, a alimentar los sueños y las fantasías, a conquistar la libertad y la pureza de corazón, a guardar la salud y los secretos, a cuidarte de la envidia  y la traición, a adorar la sinceridad y la justicia, a adquirir buenas costumbres y grandes ideales, a evitar la pereza y el despilfarro, a defender la fraternidad humana y a refrenar la lengua y las pasiones.

Finalmente, amor mío, cuando descubras que apenas eres una brizna de hierba ante la inmensidad de la creación, entonces sabrás que eres alguien.

Tu abuela, Bertha.

Noviembre 7 de 1992.