martes, 7 de diciembre de 2010

Educación como base social

Siempre he creído que la educación hace más fuerte a las naciones, hace de ellas pilares sociales críticos no manipulables por las fuentes de poder.
Imaginemos por un momento como sería nuestro país si existieran más oportunidades educativas sumándole la existencia de más oportunidades laborales… ¡Sería el país estrella!, aquel que las potencias envidiarían por que hay cupo para que todos reciban lo justo y comprendan un poco más el valor que tiene el poseer determinados conocimientos.
No solo me refiero a una educación donde se le enseñe al sujeto a ser ingeniero, periodista, politólogo o médico, sino una formación integral que le permita al individuo desarrollarse como persona para que entienda los alcances que tiene, y cómo se mueve el mundo que lo rodea para que deje de ser manipulado y formado según las bases de un sistema que siempre ha sido el mismo, pero que a final de cuentas no sirve.
Ahora bien, ¿cuánto podría afectar en un país tercermundista como Colombia el mejoramiento de la educación?
Mi respuesta es: bastante. No solamente por que los sujetos se llenarían de argumentos para elegir mejores gobernantes y mejores opciones, sino por que también se darían cuenta de todas las fallas de este sistema “pluralista y democrático” que cada día hacen que más y más personas se vean sumidas en la pobreza y en la miseria.
En nuestro país, el 70% de los habitantes han sido catalogados como pobres y una buena cantidad de jóvenes pertenecientes a este porcentaje reciben educación, pero, ¿integral?
Un buen ejemplo de cómo la educación es un factor determinante en la armonía de las naciones podría ser Dinamarca, país que muchos consideran como la cima de la civilización contemporánea: todo está en orden, problemas sociales no hay muchos y las autoridades si cumplen un papel correcto.
Colombia tiene un potencial enorme pero cuenta con poco capital y mucho cacicazgo, el poco dinero que hay está mal repartido.
Si bien hay algunas fuentes de empleo, funciona más la llamada ‘dedocracia’ que la meritocracia, como quien dice, las personas que aspiran a un puesto están siendo elegidas por lo social y no por lo intelectual.
Lastimosamente esto no es de ahorita, y ahí es cuando debe entrar la educación integral para enseñarle al ciudadano que entre mejor capacitado esté, mejores oportunidades se presentarán no solamente para conseguir un mejor sueldo, sino para conseguir un mejor lugar donde vivir.
Falta mucho aun para concientizar al colombiano que la educación es la salida, pero aun estamos a tiempo de reformar las nuevas generaciones y lograr una sociedad mejor.

sábado, 30 de octubre de 2010

Se hunde el arca de SamuEl alcalde

Falló como líder de la ciudad. Samuel Moreno no ha garantizado la eficacia ni la transparencia de todo el manejo de los recursos públicos. Y digo que falló no sólo por este hecho, sino que además fracasó en su principal tarea como mandatario: “El príncipe (mandatario) pertenece y sólo puede permanecer al pueblo”, así lo señaló Rousseau (1964c, 623) declarando que el dignatario no es más que un consenso de la comunidad: él toma las decisiones según la opinión pública, y no sobre su opinión o interés personal.
Una amenaza. Nicolle Newman dice que: “La sociedad tiene único fundamento colectivo, que sólo puede verse amenazado por el egoísmo de los individuos particulares”. Según ella Samuel vendría siendo amenaza para la sociedad bogotana, y claro que lo es, pues lo confirman las variadas declaraciones y hechos que poco a poco se han ido destapando sobre ‘El eslabón de los contratos’ como lo llamó la revista Semana.
Primero fue la denuncia de un contratista quien reveló la existencia de un cartel de la contratación en la ciudad. Luego fue la Fiscalía quién hizo un fuerte señalamiento sobre la corrupción por parte de las contrataciones y agregó que: “Este es un fenómeno que viene consternando a la opinión pública nacional", después apareció una grabación de un político liberal negociando las comisiones con los contratistas del Grupo Nule.
A su vez, la revista Semana publicó un artículo destapando algunos hechos sobre las mismas contrataciones, pero esta vez había un nombre propio: El senador Iván Moreno Rojas... Y así poco a poco se han destapado varios hechos.
Pero, ¿qué dice Samuel Moreno en su defensa ante todas estas pruebas?...Nada, no dijo nada al respecto, sólo se limitó a emitir un extraño silencio. De pronto, al igual que  lo señaló Rousseau en su tiempo, nuestro Alcalde también tiene miedo “De ser reconocido y proclamado en público como un ladrón, un mentiroso y un calumniador”. Cosa de la cual sólo se encargaría y se está encargando la opinión pública. Así es, nosotros somos los únicos capaces de hacer valer nuestros derechos. Como lo dijo Nicolle Neumann: “La opinión pública es la que protege a la moral de la decadencia”, y esa moral viene siendo una moral colectiva, la de toda una ciudad.
La opinión pública se convirtió para nuestro alcalde en un tribunal de cuya desaprobación tendrá que protegerse. Este tribunal (no sólo visto desde el ámbito judicial, sino encarnado en cada uno de los ciudadanos),  ha generado un gran interés en el tema más polémico de los últimos años en la Capital del País. La causa es muy sencilla: nos hemos dejado moldear de acuerdo a las opiniones de los medios, logrando que estas se vuelvan esenciales para los gobiernos de turno.
Este consenso que deja vislumbrar el inmenso poder de las opiniones en nuestra sociedad, produce y construye la base real de esta entidad pública. De esta forma, se puede observar que la presión que ejercían sobre cada individuo se trasladó poco a poco, hasta llegar a ejercerla en los entes de mando: en nuestro gobierno local.
Las fuertes aseveraciones que se han conocido y transmitido a través de lo medios masivos de comunicación de nuestro país, han marcado el devenir de la situación moral y de la imagen que proyecta el ‘Alcalde de Bogotá’. Como asegura Hume: “Nuestra reputación, nuestra fama y nuestro nombre son razones de enorme peso e importancia”.  La influencia de las opiniones no ha generado los mejores efectos y por ende, la popularidad y el apoyo hacia Moreno han descendido vertiginosamente, en esta sociedad, que más que nunca, espera incesantemente, resultados.
Por lo anterior, la afirmación de James Madison en The Federalist, es el reflejo de nuestra situación: “Todo Gobierno se basa en la opinión”. Nosotros decidimos si estamos dispuestos a continuar con el letargo administrativo que llevamos a cuestas hace dos años.
Madison también asegura que “el poder de la opinión sobre cada individuo y su influencia práctica sobre su conducta, depende en gran medida del número de personas que él cree que han compartido la misma opinión”. Nuestra razón humana adquiere sentido, fortaleza y confianza cuando no está sola. Lo anterior se puede evidenciar en la aglomeración de masas para promover el No rotundo al mando más devastador de nuestra historia. Los cacerolazos, los grupos en redes sociales, los blogs y los foros dedicados a este tema, son algunas evidencias de lo que logra una opinión generalizada en una sociedad inconforme.
Esta exposición pública en la que se ha visto inmerso Samuel Moreno, le genera una incapacidad de defensa que se traduce en amenaza vulnerable que crece cada día más, dejándolo indefenso en este “campo de batalla” que lo hace perder su reputación no solo a nivel local sino a nivel Nacional, y muy seguramente Internacional, si no se le da una pronta solución o se genera una vía que interrumpa el proceso ferviente de la masa. Como planteó Tocqueville: “En todas las sociedades hay una presión hacia la conformidad, y el miedo al aislamiento es lo que da eficacia a esa presión”, o en términos de Rousseau:” un yugo bajo el cual debe humillarse el miembro individual de una sociedad”.
Así como primero fue un contratista, las denuncias hechas por el ex candidato presidencial Gustavo Petro, el senador Luis Carlos Avellaneda y el concejal Carlos Vicente de Roux han derivado en una tensión política que amenaza con la ruptura irreparable del Polo Democrático Alternativo.
El boom mediático se expandió de una manera increíble, de un momento a otro, todos los partidos políticos rechazaban el actuar de la Administración Distrital gracias al moldeamiento que le dieron los medios a la opinión pública, todos empezaron a evadir responsabilidades y a echarse la culpa unos a otros.
Ante las denuncias de supuesta corrupción en la contratación de algunas obras públicas, fue radicada ante la secretaría del Consejo de Estado una demanda de pérdida de investidura contra el senador Iván Moreno.
Esta es una de las muestras que certifica que los medios y la opinión pública, al estallar casos importantes, mueven las instituciones y hacen que actúen, ya que en este caso, todos habían estado supremamente en silencio.
Si se suponía que el caso de corrupción en la Alcaldía de Bogotá era vox populi, ¿por qué todos esperaron a que Gustavo Petro destapara la “olla” de la corrupción en la ciudad? Pues es simple, por que la política está llena de oportunistas que en muchas ocasiones lo que buscan es que los medios formen un boom para poner fija su posición sobre un asunto determinado.
Ahora bien, esto no es solo cuestión de los booms mediáticos, sino que en Colombia la oposición es simplemente un chiste. Aún no logro explicarme cómo es que el Partido de la U, que supuestamente hace "oposición" a la Administración Distrital, esté unido con el Polo en la Alcaldía.  
Lo más curioso de todo esto es que aunque la política esté constituida bajo relaciones, amistades y círculos específicos bastante cerrados, unos supuestamente por ideología contrarios a otros se unan para sacarle el mejor provecho.
Los senadores, mal llamados “padres de la patria”, no se han pronunciado mucho sobre la corrupción en Bogotá, o han sido pocos los que lo han hecho, ¿intereses? Tal vez. No podemos afirmarlo con un 100% de certeza pero lo que sí podemos afirmar es que esta Administración está hecha un total desorden, está llena de corruptos y de gente que entró hace mucho tiempo en la espiral del silencio por miedo a represalias pero gracias a ese silencio le está haciendo daño a todos los habitantes de la capital que depositaron un voto de confianza a quien obviamente no debieron hacerlo.
Al final de cuentas, el dinero ya se lo robaron los Nule (quienes a propósito están pasando unas buenas vacaciones en Italia) y los políticos que lograron sacar provecho.
¿La opinión pública que hizo durante ese tiempo? No mucho, y ahora los habitantes de Bogotá sufrimos por el atraso en el que está sumida la ciudad.

viernes, 15 de octubre de 2010

Y más borreguitos....




Son muy pocas las ocasiones en que un tema realmente me frustra y que siento que no puedo hacer nada al respecto simplemente por que no depende de mí cambiar las cosas, sino de todo un sistema mal hecho y que se sigue desarrollando sin pena ni gloria.
Hoy, especialmente hoy, quiero expresar mi descontento y tristeza frente al sistema educativo colombiano haciendo énfasis en las universidades privadas de nuestro país.
Es increíble la cantidad de profesionales vacíos que sale cada semestre inconsciente  acerca del mundo que se va a enfrentar, e incapaz de hacer algo al respecto simplemente por que no se le dio la gana de actuar cuando debía, de querer aprender cuando tocaba.
Si bien hace poco leí que las universidades no hacían intelectuales sino más bien opinadores, pues bueno, ni lo uno ni lo otro. Intelectuales no hace por que en 5 años es muy difícil que alguien se vuelva intelectual si no se tiene una base del tema que sea, y opinadores tampoco, por que gracias a la denominada espiral del silencio, en la opinión de la mayoría determina el comportamiento de los individuos y cuestiona la elección de expresarse públicamente o permanecer en silencio, se pierde muchas veces esa opinión de los estudiantes.
Al parecer es más importante la aceptación social que pensar y analizar las cosas, es ahora mejor para algunos mejor tener con quien tomarse una cervecita que expresar libremente una idea sin importar que piensen los demás.
Uno de los problemas sociales más profundos que podemos ver a diario consiste en que la mayoría muchas veces “arrastra” a los que pertenecen a las minorías por no encontrar apoyo haciendo que se pierdan estructuras de pensamiento, pero esto tal vez sucede cuando las mayorías se enfrentan o más bien, afortunadamente para ellas, se encuentran con sujetos maleables que se pasan de un bando a otro, como si la moral o la ética fueran algo endeble.
Es difícil encontrar personas que vayan en contra de esa corriente y que su estructura mental esté bien fundamentada para que la mayoría que quiere absorber al que piensa diferente no lo logre y sea una persona con criterio suficiente para afrontar las consecuencias de su manera de pensar.
Pero eso es lo que fomenta nuestro sistema educativo, un montón de borreguitos que estén de acuerdo con todo, que asientan sistemáticamente cuando les dicen cualquier cosa… Qué tristeza…
Y frente a las generaciones más antiguas, con las que a propósito ya me resigné a no obtener cambio alguno, sería bueno hacerlas caer en cuenta que la actitud pusilánime de creer que todo como está, está bien, no es bueno por que están negándole la posibilidad a los nuevos habitantes del planeta de modificar el lugar donde estamos y que ellos mismos destruyeron en su afán de colonizarlo todo, en su afán consumista que al fin y al cabo nos transmitieron y que será difícil de cambiar para tener un lugar mejor dónde vivir, pero no será imposible si nos unimos y hacemos algo al respecto.



Carta de mi abuela....

Quiero compartir hoy una carta que mi abuela me hizo cuando tenía un año y hasta hoy la leí ...


Adorada nietecita:

Con tu inocente belleza y con tus hermosos ojos, hace un año llegaste a este mundo, que desde entonces se ha hecho maravilloso con tu advenimiento, tu luz y tu calor.

Yo no puedo prometerme nada por que soy tu pobre abuela llena de errores y de flaquezas, por eso solo me atrevo a confesarte abiertamente y sin dudas mi gran amor.

Al verte tan pequeña e indefensa no puedo menos que pensar en el largo camino que emprendes y en el enorme compromiso que significa para mí ayudarte a ir por el sendero del bien y a encontrar la esquiva felicidad.

Quiero que sepas que más que mi nieta eres hija del amor y de la ilusión. Por eso escribo estas elementales consideraciones con todo el afecto que cabe en mi ser, en la esperanza de que puedan serte útiles en la colosal jornada de la vida.

Ten presente que por encima de todo está Dios. Él es tu amigo y puedes confiarle todas tus cosas sin temor a la traición o a la ingratitud. La mejor oración que puedes ofrendarle es hacer el bien a tus semejantes, obrar con buena fe, buscar la sabiduría que es la madre de todas las virtudes, respetar la opinión, la libertad, los derechos de los demás y creer en la justicia divina.

Recuerda que la verdad fue, ha sido y será el ideal del sabio, el norte del filósofo, la norma del sacerdote, la pauta del hombre honrado, la regla del físico, la obsesión del químico, el paradigma del justo y, al mismo tiempo, enemiga de los tiranos, los impostores, los hipócritas y aquellos que se alimentan de la calumnia.

Ya te llegará el momento de comprender que el sueño del mundo es el amor, la mejor ayuda en las dificultades es la paciencia, la base del triunfo es la honradez, el más grande de los capitales es la lealtad, el único bien que no es motivo de envidias es la humildad y la única pérdida que no te es permitida es la de tu honor y tu buen nombre.      

Jamás te cruces de brazos en la lucha diaria. ningún ejército ha ganado una batalla sin dar pelea. No se trata de hacer lo que es imposible, basta con hacer lo que es debido.

No es tan difícil convivir con los demás, ni lograr que todo el mundo ría en tu compañía, siempre y cuando aprendas a convivir contigo y a reírte de tí misma.

Al fin de cuentas, el mundo le pertenece a quienes saben amar, poseen el talento para reírse de su propio ser  y entienden el dramatismo, que llegará una hora para morir.

La vida se encargará de enseñarte a admirar los buenos sentimientos y la rectitud, a abominar la crueldad y la ingratitud, a buscar la alegría y el buen amigo, a eludir la desesperación y la pedantería, a alimentar los sueños y las fantasías, a conquistar la libertad y la pureza de corazón, a guardar la salud y los secretos, a cuidarte de la envidia  y la traición, a adorar la sinceridad y la justicia, a adquirir buenas costumbres y grandes ideales, a evitar la pereza y el despilfarro, a defender la fraternidad humana y a refrenar la lengua y las pasiones.

Finalmente, amor mío, cuando descubras que apenas eres una brizna de hierba ante la inmensidad de la creación, entonces sabrás que eres alguien.

Tu abuela, Bertha.

Noviembre 7 de 1992.          

domingo, 5 de septiembre de 2010

Juan Carlos López fuera de Millonarios


El presidente de este club deportivo reveló que no se irá sin antes dejar con alguna solución al equipo azul. Siente que el oficio que realiza es desagradecido por que nadie ve el esfuerzo con que se hacen las cosas. Afirma que aún hay equipos colombianos apoyados por el narcotráfico.

La entrevista realizada al presidente de Millonarios, Juan Carlos López, deja ver que aunque ya se realizó el anuncio de su retiro del equipo azul, no lo abandonará del todo.
El equipo bogotano afronta una de las peores crisis económicas entre los conjuntos futbolísticos del país. Deben 30.000 millones de pesos al Estado y en este punto para poder salir de este hoyo negro, han decidido vender hasta el lote donde realizan los entrenamientos.
En los años 80, el Club Deportivo Los Millonarios perteneció al asesinado narcotraficante José Gonzalo Rodríguez Gacha ‘El mexicano’ y 30 años después, uno de los conglomerados futbolísticos más importantes del país sigue pagando las consecuencias de haber vendido el equipo al mejor postor.
Para López, en la actualidad aún hay equipos de fútbol colombianos que están siendo financiados por personas que van en contra de la ley, así como era hace 30 años.
En cuanto a los problemas financieros de la institución, el presidente de Millonarios cree que “el hecho de tener entre los socios al Gobierno hace que todos los pasos sean más difíciles porque te involucra con el derecho público y ven el grado de responsabilidad que tienen los dirigentes para tomar decisiones y nos toca ser pacientes en ello”.
Juan Carlos López, un hombre de ojos azules lanza una mirada de tristeza y dice que una de las peores cosas que Millonarios le ha dejado es que “nadie valora todo el esfuerzo que es llevar las riendas de la institución, de construir futuro, mantenerla a flote…”.
El próximo ex presidente del equipo albiazul reconoce que la hinchada está dolida y que tiene derecho a estarlo pues el grupo por el que algunos viven y hasta mueren, no está produciendo resultados positivos desde hace mucho tiempo.
Para este controvertido sujeto, el éxito de un equipo radica en que se forme unidad a nivel interno primero para que los integrantes se sientan como en familia y así lograr amor por la camiseta, algo que al parecer falta en este club capitalino.
Los jugadores al ver que no les pagan están recurriendo a paros para que se les arregle su situación, como sucedió en el pasado clásico en Bogotá entre el equipo albiazul y Santafé, que al final si se jugó pero luego de varias negociaciones entre las directivas y los jugadores.
Esta situación deja un sinsabor entre los hinchas, pues no hay como explicarse que si bien otros equipos hacen todo lo que está a su alcance para poder salir de la crisis, hay otros como los jugadores de Millonarios que se paran en la cancha a no hacer nada, a dejar pasar pelotazos, a correrse mientras sus rivales los destrozan y sobretodo, lo que mas ha impactado, que no quieran ir a jugar.
Para el dirigente de este club, de una u otra manera se justifica en cuanto “si a alguien le deben dos meses su situación familiar se aprieta y eso tiene un efecto seguramente en su rendimiento”
Por ahora, queda ver que le depara el destino a Millonarios frente a esta crisis que lo tiene sumido entre los últimos puestos de la tabla de clasificación y muy cerca a la de descenso, y si sus nuevos directivos pueden arreglar esta situación con las medidas que supuestamente adoptarán para estar bien económicamente y así poder llevar al equipo albiazul a su estrella número 14.

¿Quién contaba con su astucia?



En este difícil comienzo de Gobierno, el Presidente dio partes de tranquilidad y seguridad.
La lluvia se levantaba tenue sobre la tarde capitalina en medio de la posesión del presidente número 59 de la República de Colombia: Juan Manuel Santos Calderón.
No era una posesión tradicional realizada en el Congreso de la República, sino que fue en la Plaza de Bolívar, uno de los lugares más emblemáticos de la capital y del país.
“Somos la generación del bicentenario, tenemos sentido del pasado con vocación del futuro”, fueron las palabras del nuevo mandatario al hacer referencia de la lucha por la paz en un país que ni siquiera la conoce. Insólito, ¿no? ¿Cómo se puede luchar por algo que no se conoce? Al parecer él lo sabe.
Habló sobre la unidad nacional, aquella unidad que metió en la ‘rosca’ a todo el que pudo y dejó a las minorías verdes y del Polo como a la deriva, como queriendo hacer oposición nadando en contra de la corriente.
Hizo referencia a las relaciones con los países vecinos, un asunto que viene resquebrajándose desde la era Uribe y que llevó a muchos comerciantes a la quiebra de lado y lado pero que al parecer no querían solucionar.
Pues bien, Juan Manuel Santos para arreglar eso, prontamente se reunió con Hugo Chávez, en un encuentro que muchos catalogaron como la traición más clara al uribismo, tanto, que unos dijeron lo siguiente: Santos dañó en ocho horas lo que Uribe había hecho en ocho años con el tema de Venezuela.
Pero no habían pasado ni siquiera ocho días de su mandato cuando empezó la violencia a recordarnos que no estamos en un jardín de rosas y que el plan de acciones que prometió, debía empezar a cumplirse pronto, por que de lo contrario, al traste seguridad democrática, y al traste ese deseo del nuevo presidente de evolucionar a la prosperidad democrática.
Eran las 5:15 a.m. del jueves 12 de agosto y aun no empezaba el servicio informativo de Caracol.
Aproximadamente diez minutos después saludó Darío Arizmendi como siempre pero no alcanzaban a ser las 5:27 a.m. cuando el comunicador de Caracol Radio anunciaba: "Atención, se acaba de presentar una gravísima explosión aquí en el estudio de la Cadena Caracol de Colombia, en el máster central. Ha caído buena parte del techo sobre los estudios de la primera cadena de América Latina. Hay algo de pánico y vamos a procurar entregar la información los más pronto posible."
Ese tono recordaba las épocas en que Pablo Escobar ponía bombas a diestra y siniestra, e hizo volver años atrás a los colombianos que se iban de sus casas con un sentimiento de zozobra por que no sabrían si volverían.
El oyente del común no empezó a dimensionar la gravedad del atentado hasta cuando los periodistas comenzaron a relatar que algunos techos se habían caído y que los vidrios de la edificación, en los primeros pisos, ya no existían.
Érika Fontalvo y su compañera de fórmula Narda Guarín seguían al pie del cañón, pero Guarín se retiró por un ataque de nervios. La reemplazó Diana Calderón, directora del servicio informativo y continuaron informando la situación, así como sus colegas en la W y la FM (de RCN) mientras que Darío Arizmendi era trasladado del lugar en contra de su voluntad.
Al poco tiempo llegó el recién posesionado ministro del Interior, Germán Vargas Lleras, quien los comunicadores y periodistas allí presentes esperaban diera algún tipo de pronunciamiento, pero decidió no dar declaraciones y empezó a recorrer el área sin pensar mucho en peligros tales como la posible activación de un segundo dispositivo explosivo o alguna situación similar.
A continuación llegó el Alcalde Mayor de Bogotá, Samuel Moreno Rojas, acompañado por el nuevo mandatario de los colombianos: Juan Manuel Santos. Mientras llegaban, altos mandos militares les informaban de la situación y cuales serían los pasos a seguir.
En ese momento ningún medio se atrevía a atribuirle la explosión a nadie, pero muchos empezaron a asegurar que se trataba de actos terroristas, de un atentado que pretendía generar temor en los medios de comunicación.
El ex ministro de Defensa en el anterior Gobierno y ahora presidente Juan Manuel Santos se disponía a caminar por las instalaciones del edificio de Caracol, donde además funcionan la Agencia de Noticias EFE y la oficina del ex presidente César Gaviria, pero antes dio un parte de tranquilidad y seguridad anunciando que bajo ningún motivo ni él ni los medios de comunicación se dejarían amedrentar.
En un ambiente de miedo y de desconcierto, seguían llegando noticias que reportaban que no solamente las afectadas habían sido las instalaciones de Caracol Radio, sino también los edificios aledaños, peluquerías y negocios que por allí funcionan.
Por fortuna el atentado no dejó víctimas mortales, sino heridos leves por los vidrios que habían volado por el lugar. Básicamente fueron personas que suelen ir a sus sitios de trabajo muy temprano.
Prontamente colegas de todos los medios de comunicación mandaron voces de aliento ya fuese vía telefónica o por medio de redes sociales como Twitter y Facebook bajo el lema: “Con bombas no nos callan”.
El primero en atribuir un responsable del atentado fue el periódico El Tiempo, que dijo que las FARC por medio de Grannobles, líder del décimo bloque, había mandado el carro bomba.
Otros más escépticos empezaron a sugerir la teoría de que los autores intelectuales del acto terrorista podrían ser grupos de ultraderecha que no estaban de acuerdo con las negociaciones y el restablecimiento de las relaciones de Colombia con Venezuela o también podrían ser personajes de extrema derecha que estaban mandando un claro mensaje de alerta a los medios de comunicación para no seguir denunciando delitos de funcionarios públicos tales como peculado y prevaricato.
Rápidamente se empezaron a formular teorías sobre los posibles responsables, pero a ciencia cierta nadie se atribuía el hecho.
El grupo narcoterrorista más antiguo del mundo, FARC, emitió un comunicado donde decían que ellos no habían puesto el carro bomba. Un acto según ellos de “buena voluntad para aclarar la situación”, pero de desconfianza para las autoridades, pues la historia le ha enseñado a Colombia que ellos no sienten temor al asesinar una persona y mucho menos les da pena mentir. Un ejemplo claro se puede ver cuando ocurrió la explosión de otro carro bomba en el Club El Nogal en Bogotá, donde también lanzaron un comunicado evadiendo responsabilidades, pero que al final resultó siendo otra mentira.
La tesis que en un momento dado mayor fuerza tomó fue la de los grupos de ultraderecha, pues fue un hecho totalmente mediático y con un propósito ideológico, más no fue uno en el que sí se quisiera matar desproporcionadamente.
Muestra de ello es la hora del atentado, fácilmente si se hubiera querido causar real daño con el carro bomba y los 50 kg de anfo que allí se encontraban, los que accionaban e dispositivo hubieran esperado una hora pico como las 7:00 a.m. y así poder asesinar civiles causando peores consecuencias.
El Swift había sido hurtado antes a un militar, que a la hora de dar testimonio, se contradijo varias veces, lo que muestra de una u otra forma hace dudar de la veracidad de su versión.
¿Qué le espera a Colombia con este Gobierno?

lunes, 14 de junio de 2010

¿Qué más le puede pasar a Bogotá?

¿En qué se ha utilizado el dinero durante la Alcaldía de Samuel Moreno, una de las más controvertidas en los últimos años?
Desde el 1º de Enero de 2008 Samuel Moreno Rojas es el Alcalde Mayor de Bogotá tomó posesión del cargo, luego de ser elegido con una cifra cercana al millón de votos. Luego de ganar la consulta interna de su partido, el Polo Democrático Alternativo, se produjo una adhesión de las más diferentes expresiones políticas y sociales y que se concretó en la contundente victoria del 28 de octubre de 2007.
Moreno Rojas obtuvo más de 300.000 votos (15%) de ventaja sobre el ex alcalde Enrique Peñalosa, para un total de 915.769 votos, convirtiéndose así en la votación más alta en la historia de Bogotá, superando incluso en cerca de 200 mil votos a su copartidario y saliente alcalde Luis Eduardo Garzón quien en 2004 logro también una votación histórica.
Durante esta administración se ha invertido mucho en infraestructura, de hecho, dentro del Presupuesto que presentó la Alcaldía para el año 2010, el 70% se supone está siendo destinado a inversión social e infraestructura.
Aunque se haya invertido una buena cantidad de dinero en este asunto, la gente que vive en Bogotá ha tenido que soportar varios meses de cerramiento en las vías, más trancones y demás inconvenientes que tienen a mucha gente inconforme.
Según los resultados de la encuesta Gallup Colombia, sondeo que se realiza cada dos meses, sólo el 22 por ciento de los encuestados aprobó el desempeño del alcalde de Bogotá, Samuel Moreno Rojas, mientras que 74 por ciento lo desaprueba.
Ahora bien, se supone que la ciudad en este momento atraviesa un momento difícil a nivel económico, pero para celebrar el bicentenario, la Alcaldía Distrital gastó 875 millones de pesos para llevar a cabo el evento.
Este tipo de cosas demuestran que definitivamente no hay quien regule con efectividad los recursos de la ciudad, al parecer no hay nadie que crea que los “recursos son sagrados” y que si en realidad se utilizaran bien, Bogotá podría estar mejor.
El Alcalde Moreno gasta, gasta y gasta, pero los contribuyentes siguen y siguen pagando cada vez sumas más altas en impuestos…
Recientemente salió un informe en la página de la Alcaldía refiriéndose al pago que hicieron los bogotanos y decía: “Un crecimiento del 23% frente a lo recaudado para el mismo período en 2009 registra el pago de los contribuyentes del impuesto predial que en pesos constantes es de 847.295 millones de pesos.”, cifra que no está muy distante de lo que se gastó en los globos.
Ahora nos queda más claro que nunca el por qué la Administración Distrital decía que todo lo que habían gastado aquella vez ya se había recuperado. Se recuperó, pero como siempre, a costa de los contribuyentes.
Pero no solamente la ineficiencia frente a infraestructura vial y el despilfarro nos tiene inconformes a las personas que vivimos en Bogotá, sino también la demora de las obras en la ciudad, las fallas del servicio de Transmilenio, los índices de inseguridad, la ampliación del Pico y Placa, el cierre del camino peatonal de Monserrate justo antes de Semana Santa, la desconfianza que hay frente a las millonarias licitaciones y contratos como el del Grupo Nule (que a fin de cuentas no resultó en nada, solo en la destrucción de la Calle 26 y el estancamiento de la fase 3 de Transmilenio, el contrato del relleno sanitario de Doña Juana y la modernización de los semáforos, entre otros), la lenta construcción de vivienda en la capital y las fallas en la comunicación, pues nunca se ve lo bueno que ha hecho esta administración.
En cuanto al desempeño del Alcalde Samuel Moreno podemos concluir que la gente no está feliz con esta administración, pero que tiene que aguantarse por que la gran mayoría lo eligió. “Cada pueblo merece sus gobernantes”…
Lo peor de todo no es eso, sino que con todos los problemas que aún hay por solucionar, tengan la desfachatez de proponer que se construya un metro. Si ni siquiera han sabido responder por Transmilenio no queremos imaginar el caos que generaría un metro.
No podemos permitir que eventos como el paro de transportes de cinco días vuelva a suceder, pero , ¿cómo se hace eso? Pues poniendo cuidado a la hora de votar, que sea por propuestas y no por encuestas, educando a la gente a leer planes de acción, etc.
Es importante que como ciudadanos no “comamos entero” y nos demos cuenta que la ciudad ha retrocedido y que a nivel internacional ya no está tan bien posicionada como antes. Ojalá que los bogotanos logremos dejar una mejor administración y que la ciudad logre encaminarse de nuevo hacia el progreso.
Quiero una Bogotá con líderes como Antanas Mockus, Lucho Garzón o Enrique Peñalosa, que si supieron encaminar la ciudad hacia el progreso y no seguir en un lugar que lo único que hace que ahogarse y ahogarse por culpa de las malas decisiones de sus ciudadanos...